Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Orgullo suicida

Puede que no sea particularmente original encadenar suicidios; lenguaje y orgullo... pero realmente, todo empieza a sonar como un blues oscuro, las guitarras gritan y los coros duelen... Cuando pensé que te tenía, ya te había perdido, y cuando te perdí me dijiste que eras mía... dime si no es como tener gasolina en la ropa y jugar con tu fuego...
De repente me doy cuenta de que no hay más opciones que la de sentarme y ver como todo arde, ver como se consume lo que pudo ser... Me gusta el color de tus ojos mirando las llamas, me gusta el olor a quemado del romanticismo agotado.
Con ese juego me di cuenta de que soy demasiado niño para parecer un hombre, que hay miedos que no se pueden controlar pese a tenerlos bien atados, y que no iba ser yo el único temiera lo que no conozco... Que no hay más nudos en las personas cuerdas, que no hay más esperanza que no esperar, que no hay más lugar que aquel en el te imaginas y que no hay nada, sin nada que hacer...
Puede que no pueda, incluso habrá días en los que te diga lo que no quiero decir, seguramente, todas esas veces esté ardiendo, por que, puestos a encadenar, empezaré por mis manos. Hay horas que huelen a grises, hay días que saben a noviembres, y hay noches que suenan como tú.
Pero, independientemente de todo, incluso de ti y de mi, es que hay algo cierto, hay nanas que duermen sentimientos y la mía suena a Domingo por la tarde.