Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

viernes, 20 de mayo de 2016

Con vencer al ama, es suficiente

Y convences al alma, de que en Marte todo sería mejor, de que ese baile fue el último y de que esa cordada sólo tendrá dos capítulos y medio... No seas mamón, no seas un mierdas... eso sólo funciona cuando estás muerto. Entonces, es cuando abres tus ojos sin niña, y todo gira cuando hace mucho viento como en un impulso taquicárdico, de esos que te dejan a medias, a medio aliento, a medio gas...
Y convences al alma...
Por que después de todo, nada.
Te hinchas hasta el tope de tus pulmones, aguantas, aguantas y... te das cuenta de hay caducidad en sus ojos, de que su lengua no era una lengua especial y que por mucho que lo intentó no aprendió la lengua animal. Pues eso, que más da... si ahora tienes todo el mar para navegar.
Y convences al alma... sin lugar a las dudas, sin lugar a los reproches, sin lugar al fantasma de su sitio en la cama. De que todo termina y no se puede volver a empezar...
Y vuelves a ello, a eso de convencer el alma por que eres incapaz de convencerte a ti mismo, y con vencer, me refiero a todo.
Y estás en ese punto que ni si, ni que no, que no hay vuelta atrás pero si retorno, que caminas sin mirar atrás, pero con retrovisor... y sueltas la cuerda, no tienes que arrastrar más ese cadáver, por mi, por yo, por ese que te mira en el espejo...
Y con el alma vencida, corres, sin pensar, corres... Y a diez cañones por banda, la conoces, es ella, la que habías estado esperando toda la vida, la miras, y la reconoces, sin duda, es ella... Es la hoja en blanco donde sólo puedes escribir de una persona, de la más importante... de ti mismo.