Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

martes, 15 de octubre de 2013

"mi casa está donde estás tú"

Desde mi trono de roca pienso en escribir todo aquello que no me atrevo decir y en el ocaso de este día sin jardín, me desangro en recuerdos... titiritero de miradas derretidas y miserables, culpo de sombras al sol que sereno te ilumina todos los días de tus edades... Todas las tardes de estos tres inviernos he gritado mientras flotas como el humo de las mentiras y te quiero contar que me agarro por desgarros de tu piel.
Que dicen que soy y desdicen que no soy tu luna de mármol, un viajero que camina por tu espalda en tormentas y con el rugir de la desdicha y el abandono, peino los secretos que tu lengua animal me susurra a los pies... Tus sendas me visten las noches que no camino y repito y me repito que no estás cuando dices que te vas. Recoges mis huellas de corteza triste, las adormeces y te haces cuentos para no morir.
Hoy te invito a que tu eternidad sin testigos vivos se deje acuchillar con el cariño de polvo que te escribo, te reto a pensarme como yo lo hago todos los días tan solo un segundo.
Y de pronto, el germen de tu cima se asoma curiosa en mi frente de madera y como en un aplauso de las nubes tu sudor me revienta la realidad... me sobran manantiales de lágrimas para regar tu regazo sembrado, que siempre llego a la misma conclusión... "mi casa está donde estás tú"



Llanto de árboles

Si las guitarras son árboles llorando, tu susurro hizo llorar a todos los árboles, tu quejido de arena y sabia, rompía el eco de mis caminos... mientras, la tierra sueña tenerte, el mar comienza a mecerte, y todo, deja de tener sentido cuando te tengo en frente... 
Si las luciérnagas son velas de viento, tu parpadeo hizo temblar todos mis huesos, tu gesto de piedra y simiente, muele el recuerdo de mis dedos... mientras, el hambre abraza, la sed nos besa, y nosotros, dejamos de bailar. No regresan los secretos sonámbulos de tus huellas, se niegan a dejar de ser barro, no cesarán sus preguntas poéticamente incorrectas... 
Si los bosques hablaran, llenarían hojas de versos sobre tu silencio...