Aunque nadie lo sepa

Un nacimiento verbal, un juego de libertad y naturaleza pensada, un sentimiento.

domingo, 17 de febrero de 2013

Síndrome del corazón roto

Incomprensible lo que hay que comprender,
ver como se cierne la paradoja sobre tu sonrisa,
sin más olvido que una razón, sin más motivo que un motivo...

Sabes que lo puedes dormir en tus manos, que ya no es un capricho,
que es tu nuevo juguete, y lo miras...
Hipnotizas sus latidos al ritmo de una duermevela enlutada,
que el eco de sus ironías ya no suena a verdad,
que ya no sientes sus valores ni sus precios...

Que os van a contar estos patitos que no sepáis,
si de amor está todo amado y de poesía todo rimado...

Son tus manos el atlas de mis noches,
pétreas sus caricias firmes, cálidas sus ostias,
fúnebres sus besos y leves sus antojos...
Son tus manos mi síndrome del corazón roto...

Pobre... deja de leer esta mierda y vive!!


lunes, 4 de febrero de 2013

Rompo.

Hace tiempo que no me paro a delirar.

Gano tiempo a las nubes en mi partida
 madrugando más que el viento que las mece,
Soñando más que la noche que las duerme.

A veces siento pena de la presunción de inocencia en la piel de confesor... Pese a ello, veo deslizarse un reguero de sentimientos camuflados en silencio, un sin fin de parados moviéndose por las cornisas de sus balcones, al lamento de quien no duerme en las ventanas de esta sociedad... Y mientras, todo se magnifica en los errores de los demás, todo se difumina en los puños del dinero...
A veces siento pena de la mentira piadosa que no es consciente de daño que causa. Presumida y caprichosa, la voz de mi conciencia me susurra que haga lo que quiera como si ella, no tuviese voto en mis decisiones, como si ella, descansara en el sol por la noches...


Rompo.

Miro a mi alrededor, observo.

Sigo rompiendo...

Y es que, las palabras son carceleras de recuerdos mientras las miradas escapan de una cárcel de miedos donde guardan la verdadera esencia de la vida... La vida desde un punto de vista primitivo, superior... doblando las complejidades a los pies de las montañas.

Deliro, sigo delirando...