De que esta tarde mi corazón se hace papel y boli, sudando palabras insomnes de noches sin dormir. De los poetas de barra y botellín que pierden versos en aceras mojadas. Palabras que cambian sus letras en cada parpadeo de mundos diferentes con márgenes pintados en períodos de 24 horas, palabras que curan cualquier dolor.
De que ya no me amargan los dulces que se encallan en la orilla de los sentimientos que saben a humo y chocolate...
De que ya no hay más mujeres en mi vida que las cuatro sotas de la baraja, que intentan simular el roce de una cerveza en mis labios. Que estoy hasta la polla de ser un abstemio de besos, de perderme en el callejón del gato que retrató Valle-Inclán y su esperpento...
De que a veces soy, y a veces no, de que a veces me pregunto y nunca me respondo...
De que duermo en el sofá porque la cama me obliga a soñar contigo...
...Eructos que me saben a decepción...
Foto: (escrito lengua animal)
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