Apenas duermo, mis latidos palpitan con fuerza en mi sienes, dejando un hueco al eco de todos los sueños que no tengo por culpa de este puto martes y trece... me gustaría poder robarle una hora al tiempo cada día, ¿para que? no se sabe, no se sabe... pero mientras los segundos suman canas a mis minutos, me precipito triste y sin remedio a un hoyo cíclico de flechas con ventosas que vuelan a mi alrededor, predecidas por las carcajadas infantiles de los disparos ingenuos de quien usa un arma con pretensiones lúdicas...
(otro día más sin encontrarte entre mis sábanas.... tenu miero...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario